Cuadro sobre lienzo
El cuadro representa una escena serena y etérea de nenúfares flotando plácidamente sobre la superficie de un estanque. Los tonos predominantes son verdes, azules y rosas.
La superficie del agua actúa como un espejo cambiante, creando una ilusión casi abstracta de profundidad y quietud. El conjunto transmite una sensación de calma contemplativa, como si el tiempo se hubiera detenido en un instante de belleza natural y efímera.
Medidas: 117x88cm